¿Quién dijo miedo al cambio? Pues se equivocó.

Y sin saber cómo te levantas con día chungo, desanimada. Te miras al espejo y sientes esa nubecita gris sobre tu cabeza.

Y vuelve todo a donde empezó... mismos problemas, mismos puzles, mismos errores, mismas, alegrias, mismas preocupaciones, mismos  mismo todo...

Si tuviera alguien la fórmula para poder sacar todo de la mente de los humanos, sería la primera en pedir probarlo.

¿Por qué a veces es tan complicado hacer de la vida algo más sencillo? Digo, todo es muchísimo más sencillo de lo que parece, pero nos aferramos a ideas que de sencillas o de claras tienen lo que la luna tiene de rosa.

Rosa: es rosa porque yo lo digo, es rosa porque en mi vida significa paz, es rosa porque si, porque tiene es punto dulce del algodón de azúcar y esa suavidad de una mantita de bebe.

Que los errores son experiencias que vives para seguir aprendiendo y empezar a ser grande de verdad, no son obstáculos que interfieren en tu felicidad.

Por ejemplo, que llegue el otoño ya. El otoño tiene muchos significados, puede ser triste porque ves que poco a poco va pasando un año más de tu vida y crees que aún falta mucho por hacer, o puede significar felicidad, porque has hecho todo lo que debías y más, porque crees que quizás el siguiente año que va a entrar será muchísimo mejor que el pasado y todo va a cambiar.

Cambios, si hay muchos cambios que el ser humano querría hacer. Cambiaría la guerra por paz, las armas por alimentos y medicinas, pero nuestras manos no abarcan tanto y debemos empezar a cambiar desde los más mínimos detalles hasta que hagamos de nuestra vida un cambio constante. Eso no significa perder la esencia de la vida, al contrario, creo que significa que cuanto más bien hagamos seremos mucho mejores y mucho más felices de lo que ahora podemos ser.

¿Y todo esto a qué viene? A que desde el más absurdo detalle puede ser un gran cambio, ya no solo para uno mismo, sino para el mundo que nos rodea. 

Y así, con esos detalles y mirándonos al espejo y con el grito de guerra al más puro estilo Hanna Marin (de PLL) "soy pepita perez y soy fabulosa"(digo pepita por decir) nos comeremos el mundo según salgamos de casa.